El Ticuí

¿Recuerdas Macondo? El calor es igual de insoportable y el sol te quema hasta la raíz de los vellos púbicos. Ese es el Ticuí, Guerrero. Y si pasas algún día por ahí, entenderás que para los melancólicos y los viejos provincianos el resplandor de un lugar paradisiaco culmina con la ruina y la miseria emocional de su gente, de sus tierras y de sus jacales... ese es el Ticuí...¿Recuerdas Macondo?

martes, octubre 02, 2007

Con ganas de que todo se lo lleve el diablo.




Sucede en el preciso momento en que te sabes sola.
Derrotada.
El aire se te va.
El corazón late a todo.
En caída libre.
Directo al suelo.
Y no hay nada que te logre detener.
Es más: no quieres que nada te paralice.
Porque sabes que nada lo hará.
***
Ocurre cuando suena el portazo en la recámara.
Y su figura desaparece.
En su lugar queda una puerta sellada.
Escuchas sus pasos alejarse hasta que llega el silencio en la habitación.
En la misma que aún desprende el olor a sexo.
Donde el agua aún no se enfría.
Y las sábanas siguen húmedas.
***
Surge cuando escuchas un mortal “Ya no quiero estar contigo”
Cuando te niegas a creerle y te aferras a sus brazos.
Esos mismos que te han salvado.
Y que por nada estás dispuesta a perder.
Que sin embargo, se han ido.
***
Sucede en el momento en el que cierra la puerta.
Después de que te ha sepultado con el “Ya no quiero estar contigo”
Cuando sus pasos se han apagado en el enorme pasillo.
En el momento en el que vas directo al suelo.
En caída libre.
Es ahí, justo cuando los dados están en el aire.
Que por un momento mueres de ganas de que todo...
se lo lleve el diablo.
Hasta que recobras la conciencia y recuerdas que sin esos brazos, mueres.
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La imagen fue extraída de : www.art.net/studios/Visual/Abasolo/2s.htm
Titulo: Caída Libre. Óleo sobre tela.
Autor: Abasolo.