El Ticuí

¿Recuerdas Macondo? El calor es igual de insoportable y el sol te quema hasta la raíz de los vellos púbicos. Ese es el Ticuí, Guerrero. Y si pasas algún día por ahí, entenderás que para los melancólicos y los viejos provincianos el resplandor de un lugar paradisiaco culmina con la ruina y la miseria emocional de su gente, de sus tierras y de sus jacales... ese es el Ticuí...¿Recuerdas Macondo?

jueves, enero 26, 2006

Dios bendiga a los Temerarios


De cómo Temerarios me salvó la vida.
De eso se trata.
***
Eran las once y media de la noche.
Jueves.
Casi viernes.
Noviembre, casi oliendo a Diciembre.
Luna ¿luna? no la ví.
El aire frío se colaba en mis nike jodidos y negros.
La bufanda rosa me cubría los ojos manchados por el rimel y el delineador.
La avenida semi vacía, mi maleta repleta de ropa sucia y zapatillas rosas, el semaforo en rojo, pocos carros transitan, luces bajas los adornan.
Y la decidia fue culpable de que un taxi escapara de mí aquella noche.
Las doce menos 20, se anima un carro de pasaje a llevarme a la central de autobuses, esa noche, como siempre, como lo hice y lo haré, me senté en el lugar del copiloto.
***
Era un Tsuru viejo, negro y a rayas amarillas.
El interior lucía gris y áspero, cual vil cantinucha del centro histórico de cualquier ciudad conquistada o armada por los Ángeles.
El conductor portaba una hermosa, sucia y lisiada gorra de las Chivas. La birreta intentaba gritar sus años de locura, sus días radiantes, cuando tal vez visitó el Azteca para ver perder/ganar o reír/llorar a ese el equipo que representaba o que representó.
Una barba rala, escasa.
Casi nula.
Vellos largos, lacios, negros, gruesos, dispersos sobre sus mejillas.
Delgado, muy delgado el conductor.
Sus dientes espejeaban las noches de alcohol, mota y nicotina, por supuesto la ausencia de un dentífrico las tres veces del día.
Esos ojos tan hundidos.
Negros.
y rojos.
Sus manos morenas, arrugadas, maltratadas, cenizas, tomaron el volante.
Me miró con sus ojos hundidos para gritar: "¿a la central?"
—Sí señor.
El eco de su grito fue un olor a clavo de puerta abandonada con un leve pero picante destello de alcohol.
"Izquierda, derecha, arriba y abajo... voy en mi carro, para todos lados" sonó a todo volumen al interior del Tsuru viejo, negro a rayas amarillas.
***
Qué miedo sentí, lo juro.
El tipo parecía un loco.
***
Tomó toda la avenida principal hasta llegar al bulevar.
La canción ya era otra. Una cumbia.
Más pegagosa que el "Besito Cachichurris"
Una mujer cantaba algo así "Cuando abras los ojos y me quieras abrazar, hallarás el hueco que ha quedado en mi lugar"
A todo volumen.
***
El bulevar norte me calmaba, era la ruta más conocida.
Más transitada, si intentaba atacarme, saltaría por la ventanilla y un transeunte me salvaría.
Eso pensé.
***
Justo atrás del Tsuru viejo, negro y a rayas amarillas se filtraron otros 10 carros con rumbo al norte, como nosotros.
***
Y traté de concentrarme en la maldita canción...
...
...
—Salud, señor.
...
***
Un estornudo
Con un golpe brusco, la mujer que cantaba cesó.
Silencio.
Silencio.
Comenzaron a brillar las sirenas a lo lejos.
Una enorme maquinaria detenía el bulevar norte.
Patrullas de tránsito vial y de policías encargados de la seguridad de los ciudadanos.
***
Esos ojos negros, hundidos y rojos me miradon con desprecio.
Lo juro, el tipo me odiaba.
Ni siquiera me dio las gracias.

—¿Por qué hay tantas patrullas?
—Pss tán arreglando las calles los destos del gobierno.
—¿Se va a desviar?
—Pos sí...
Y gruñó.
***
El taxi viró a la izquierda.
Justo atrás de Plaza San Pedro.
Avenida 15 de Mayo.
Treinta segundos y la canción cambió.
Sola.
Sin carros.
Sin luz.
Árboles.
Callejones.
Topes.
***
—Yo creo que ya podemos salir al bulevar ¿no?
—No creo, lo están arreglando hasta arriba.
—Es el Dragón.
—Ándele, el del gobierno.
—Pinche Doger.
—¿Qué?
—...
—¿Dijo algo?

***
Alzó su mano y llegó a la gaveta.
Cambió de canción, como lo hiciera cada 30 segundos.
***
Una pistola va a sacar, me matará, me violará, me dejará tirada en estas pinches calles y ni quien se entere hasta mañana temprano, pensé en suplicarle por mi vida, por primera iba a ser testigo de una boda.
***
"Perdóname y toma ésta flor aceptando mi error, que en ella te entrego mi amor y mi corazón que un día partió... lo descubrí y no dejo de pensar y pensar en tí... te amo y lo quiero revivir... amor... por favor di que sí"

—¿Esos son los temerarios?
—Sí señorita ¿le gustan?
—¡Me encantan! Sobre todo esa canción.
—¿En serio?
—Sí señor, también me gusta Bronco.
—Ay esos son re buenos, son, ¿me perdona la palabra?...
—Sí claro.
—Rete chingones.
—Jajaja. Ya no me gustaron tanto como Los Gigantes de América.
—Ni a mí, fíjese.
—Le voy a poner una de Bronco.
—Ándele.
"Pastillas de amnesia doctor, dónde venden, que quiero olvidarla y no sé que hacer, su estrella me sigue, de noche y de día y no puedo olvidarla y no sé que hacer...Pastillas de amnesia doctor".
Y la entonamos juntos.
—¿Verdad que Selina era bien chingona?
—Ay sí.
—Si no la hubieran matado, me caí, sería la reina.
—Jajaja, sí señor, como no.
—A mi hijo le encanta, por eso traigo los discos.
—¿En serio?
—Sí, mi niño de ocho años hasta llora con la de "no me queda más..."
—"...Que perderme en un abismo de tristeza y lágrimas.."
***
La central justo a mi pié.
Llegamos.
***
—Aquí tiene señor.
—Nomás dame 20 pesos linda.
—No, cómo cree, cobran 40.
—Dame 20 pesos...
—Ay señor.
—¿A dónde vas mi reina?
—A Chilpancingo.
—Uy qué chingón, diviértete.
—Sólo voy un ratito.
—La vida es un ratito, linda.
—Sí ¿verdad?
—Linda que Dios te bendiga.
—Sí señor, gracias, igualmente.
—Buen viaje reina. Tienes un ángel en la espalda.
—jajaja.

Las 12 menos 5.
"Pasajeros con destino a Chilpancingo, favor de abordar el autobús".

8 Comments:

At 1:21 p.m., Blogger lebrel said...

niñaaa que imaginaciòn lo digo por lo de la pistola, pero suele suceder...

 
At 1:24 a.m., Blogger Cotex Pérex Oxcar said...

"No me queda más...", que chido, las volteretas que dan las cosas en segundos, gracias por presentarme los tenis de tu leyenda hoy.

 
At 1:19 p.m., Blogger Héctor Anselmo said...

Nooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo, malditos Temerarios, siempre se han interpuesto en mi camino de alguna manera.
saludillos

 
At 10:56 p.m., Blogger Flor de Calabaza said...

Lebrel, bien sabes que soy paranoica a morir... me persiguen.. me quieren matar.

 
At 10:57 p.m., Blogger Flor de Calabaza said...

Oxcaaaaar, Selina hoy sería una reinaaaaaaaaaaaa.... ¿a poco no me salvaron los temerarios?

 
At 10:58 p.m., Blogger Flor de Calabaza said...

jajaja ay Anselmo, pos deberías de escucharlos, eso ya es un mensaje de diooos...Teme...Teme...Temerarioooossssssssssssssssssssssss auuuú

 
At 5:54 p.m., Blogger Héctor Anselmo said...

No, pos la verdá es que me resistó cañonamente a escuchar a los temerarios... mejor me iré a ver a los Mota Crue el 20 de marzo y llenaré mis orejitas de rock pesado... si yo le platicará que he tenido malas experiencias con los cantantes gruperos... tuve una novia que me dejó por un sujeto que canta en los Bibys y una amante furtiva del verano de 2001, me dejó por la entonces creciente fama de su novio, el "no sé qué" de la banda Huizache y esto que le digo es neto, eh, no vaya a ser la de malas y me salgan con que al rato mi mujer me deja por el temerario mayor... jajajaja, saludos

 
At 9:43 a.m., Blogger Nesta said...

Grandioso, los bits de este texto por un momento me recordaron la manera de expresarse de una amiga, pero lo fabuloso es que al leer cada palabra, cada renglon, en mi mente se creaban imagenes del relato,sonidos que llegaban a mi cabeza, como el tono de voz del chofer, el de la chica, detalles de aquel tsuru madreado, en fin, creo que seguire usmeando en esta page

 

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