El Ticuí

¿Recuerdas Macondo? El calor es igual de insoportable y el sol te quema hasta la raíz de los vellos púbicos. Ese es el Ticuí, Guerrero. Y si pasas algún día por ahí, entenderás que para los melancólicos y los viejos provincianos el resplandor de un lugar paradisiaco culmina con la ruina y la miseria emocional de su gente, de sus tierras y de sus jacales... ese es el Ticuí...¿Recuerdas Macondo?

lunes, noviembre 07, 2005

Mi Mundo, ya sin ti

Después de todo, te volviste el hombre que cambió mi vida: para bien y para mal.
Después de todo fuiste al único que dejé pasar a mi restringida intimidad.
Y después de todo, hiciste lo que menos y lo que más me esperaba…

Me siento traicionada, ignorada y manipulada.
Has hecho de mí lo que has querido.
Estoy harta de todas tus formas, tus modos y tus fondos.
No sé en qué momento nos perdimos.
No sé en qué lugar abandonamos todo lo que fuimos.
¿Dónde está ese tú enamorado de mí?
¿Y dónde está esa yo enamorada de ti?
¿Dónde quedamos ambos?
¿Huyeron?
¿Murieron?
¿Los mataste tú o los maté yo?
Creo que ambos estamos hartos. Nos estamos odiando mutuamente.
Hay algo que te puedo asegurar, nadie te va a amar como yo lo hice y como aún lo hago, nadie.
No te amo como hombre o como amante, ni como hermano ni como amigo.
Esto era distinto, esto tenía que salir bien…
Pero hoy ya me cansé de ser tu lado fuerte, de ser tu lado duro.
Te lo advierto, si te parten la madre, te parten la madre a ti y no a mí.
Si me parten la madre, será a mí y no a ti.
Y ya.
Nuestros nombres caminarán solos a partir hoy.
Tú en tu lugar.
Y yo en el mío.
Agarro mi vida y me voy.
Me has hecho sentir que soy una mierda para ti ¿eso querías?
Y no quiero respuestas, ni explicaciones. De ninguna forma. Este texto es de ida nada más. No te justifiques, por favor, porque puedo creerte y ya no quiero hacerlo. Tampoco quiero que saliendo de acá toques el tema. Por favor.
“Hay veces que me asusta ver lo mucho que te amas y lo que exageras en alabarte. Que triste que todo sea sobre ti. Ojalá que ese tu egoísmo no termine siendo tu verdugo. No lo firmo, porque creo sabes bien quien soy. Aunque puedes confundirme”
¡Y me confundiste! No me refería a tu blog, me refería a tu vida.
Me has abandonado en los momentos que más te he necesitado.
Te has ido, cuando no tenías que hacerlo.
Me abandonaste. Me cambiaste.
Te vale madre todo, incluso yo.
Me siento traicionada. Aunque debo de confesar que en nada me sorprende tu traición.
Yo no soy enemiga, ya la guerra terminó querido.
Lo dice alguien por ahí: toda historia tiene su fin, y esta ya llegó al suyo.
No te pido que te vayas, ni que me dejes de hablar. Sólo tengo que dejar en claro lo que ya no somos.
Espero que ese tu egoísmo no termine siendo tu verdugo.
Me cansé de tu mundo y de ti.
Tu mundo eres tú y creo que no hay cupo para nadie más.
Mundo, te lo juro eras mi mundo, y ese fue mi error.