El Ticuí

¿Recuerdas Macondo? El calor es igual de insoportable y el sol te quema hasta la raíz de los vellos púbicos. Ese es el Ticuí, Guerrero. Y si pasas algún día por ahí, entenderás que para los melancólicos y los viejos provincianos el resplandor de un lugar paradisiaco culmina con la ruina y la miseria emocional de su gente, de sus tierras y de sus jacales... ese es el Ticuí...¿Recuerdas Macondo?

jueves, febrero 14, 2008

Breves historias de un 14 de febrero


Las últimas horas

En unos cuantos minutos el trienio de Doger terminará. Ya lo dijo quien lo dijo: “No hay plazo que no se cumpla” Por razones políticas, ese plazo tiene un valor extra en esta redacción.
No me había percatado del final, ni siquiera porque ahora faltaban 37 minutos,hasta que se decidió la foto principal de la contraportada.

—¿Qué foto llevamos de contra?— gritó le editor
—¡Me vale madre!— contestó el director apresurándose a la puerta.
—Lleva por favor, la de Raymundo Vega colocando la fotografía de Enrique Doger en el Salón de los Presidentes— ordenó Zeus.

En ese momento entendí: esto es el final.






Ojos que se caen

Ahora resulta que tienes los ojos escurridizos.
Que huirán de tu cuerpo en una década.
Así de fácil lo dijiste: Ellos se van para el 2018.
Tomarán un camino incierto y abandonarán tu hermoso rostro.
Y todo comenzó con una simple infección, explicaste.
—¿Cómo es eso posible?— pregunté.
—No lo sé, me lo acaban de avisar.

El abrazo

Sus compañeros de trabajo intentaron sonrojarlo.
Pero nada lo consiguió más que mi afirmativa.
Dos de sus compañeros me pidieron que le diera un abrazo.
Yo, sonriente, accedí. Bajo el ridículo argumento de que faltabanunas horas para el 14 de febrero.
El mero día “rojo capitalista” tenía en su MSN una petición que logró conmoverme: “necesito que me apapachen”
Tranquilo, le sugerí, sólo es un día comercial, no implica nada sentimental.
—Pero se me hace eterno.
—¿Qué te pasó? ¿Te dejaron un día como hoy?
—Sí ¿Se nota mucho?
—Afortunadamente ya ha pasado un año o más, pero entre más, menos duele.
—Creo que es al revés.

Las putas

En efecto, el 14 de febrero es un mal día para los excesivos gastos que marca la tradición capitalista.
Debieron elegir el 15, el primero o el tercero.
¡Pero el 14!
Por dios ¿quién tiene dinero el último día de quincena?
—Como tú eres el soltero, esta noche, pinche Miguel, tú invitas las putas.
—¿Putas, hoy? Pero tú tienes novia.
—Se enojó conmigo. ¡Invita las putas, pinche Miguel!
—Já, sólo tengo 20 pesos ¿Nos alcanza?
—Le voy a llamar a mi novia, a ver si me perdona.







Fotografía: Ulises Ruiz/CAMBIO

1 Comments:

At 8:40 p.m., Blogger dulcedehigo said...

Vaya historias!!

 

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